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Con la ruta a Plà de la Casa completo la totalidad de las cimas que contiene la Serrella, una de las más espectaculares sierras de la provincia de Alicante.
Malla del Llop, Serrella y Plà de la Casa son los 3 principales puntales que tiene esta inmensa sierra. Las 2 primeras tienen vértice geodésico, sin embargo la cima del Plà de la Casa lo marca una gran cruz metálica colocada en un abrupto peñón final.
La ruta es fácil en orientación y corta en distancia, tan solo 9,5 kms, aunque la mitad de ellos es en continuo ascenso para remontar los 600 metros de desnivel hasta alcanzar la cima. La otra mitad, de regreso, en descenso.
El inicio de ruta se encuentra en la pequeña población de Facheca, situada en el mismo corazón del interior de la provincia y por tanto con un laborioso y lánguido acceso en vehículo.
Facheca es muy pequeña y en su centro convergen 2 carreteras comarcales, la CV-720 y la CV-754.
El inicio de ruta se sitúa en el pequeño parking que tiene la pista deportiva vallada del pueblo, en la CV-754 dirección Cuatretondeta.
Se encuentra en la misma población pero en las afueras, a unos 300 m del cruce de las 2 carreteras pero es un buen lugar para dejar con comodidad el coche. Junto a la pista deportiva hay un bar.
Iniciamos a andar y lo primero será recorrer esos 300 metros hasta llegar al cruce de carreteras.
Andamos por asfalto con comodidad teniendo a ambos lados pequeñas casas, vamos dirección al pueblo.
Antes de llegar al cruce de las 2 carreteras aparecerá a nuestra derecha el final de la ruta, por donde regresaremos tras realizar al completo la circular de la ruta.
Al igual que obtendremos la soberbia panorámica de la Serrella, su abrupta vertiente norte, muy bonita estampa desde aquí abajo.
Llegamos al cruce y aquí giramos a la derecha, dirección a Castell de Castells según los carteles de tráfico, por aquí ya empezamos a ver señales del PR-V 182, nos enganchamos a él y ya hasta la cima nos guiará fielmente.
Estamos ya en la pequeña población, en su calle-carretera principal, pequeñas casas a nuestro alrededor.
Continuamos por la carretera hasta la última casa, a nuestra derecha y después de unos 20/30 metros de ella encontraremos una pequeña pendiente en descenso, tomamos este desvío.
Es el primer desvío a la derecha en cuanto aparecen ya los quitamiedos de la carretera.
Frente a nosotros ya asoma tímidamente el barranco del Moro, el cual remontaremos para llegar a la parte más alta.
Descendemos por el camino teniendo campos de cultivo a nuestro alrededor y pronto aparecerá la Font de l'Esperit Sant, lugar adecuado con bancos de piedra. Aparenta ser un antiguo lavadero.
Continuamos y en 100 metros llegaremos a un cruce de caminos, a la izquierda el PR-V 168, el que circunvala la sierra de Alfaro, nosotros continuamos recto dirección Plà de la Casa por el 182.
Seguimos por un camino de tierra ascendiendo muy levemente de momento, rodeados de bancales y de buena arboleda, descartando algunos desvíos laterales, recto.
Finalmente llegamos a un punto en el que hay que girar a la izquierda, el cruce lo señala una gran carrasca a la que no deberemos llegar por escasos metros.
Este cruce es algo ambiguo por no encontrar señales muy visibles y porque al girar a la izquierda nos adentramos en zona de bancales (por el medio) y eso hace sospechar, pero es por ahí, seguimos el camino.
100 metros después otro cruce en forma de "Y" junto a un pino de gran altura, aquí cogemos el ramal derecho, el que asciende.
Se acabaron los cruces ya, este camino es el que nos lleva directamente a la entrada al barranco del Moro.
El camino disminuye rápidamente para convertirse en un pequeño sendero. A nuestras espaldas se pueden ver las pocas casas que forman Facheca y la piramidal sierra de Alfaro.
El sendero avanza por el margen derecho del barranco que en su inicio se muestra más vertical, por momentos el sendero pasa cerca de la vertiente creando momentos verticales para después suavizarse claramente.
Entramos ya en el barranco del Moro, empezamos a ascender y esta será nuestra forma de avanzar por mucho tiempo.
De momento el barranco lo vemos cerrado pero conforme avancemos se irá abriendo y mostrando unas espectaculares laderas que no hay que perderse.
Al frente, en la parte alta del barranco, observamos unos peñascos puntiagudos. Serán nuestras balizas naturales para indicarnos un punto de orientación. Hasta ellos hay que llegar y desde aquí abajo se ven claramente. Justo en medio se forma la "V" del barranco por el que ascenderemos.
Cuando el sendero llanea entramos en una zona boscosa de pinos jóvenes, ahí haremos un cambio de vertiente, pasaremos al margen izquierdo del barranco y ya no lo abandonaremos.
El sendero aunque es en progresiva subida es bastante llevadero, no encontraremos durante el trayecto grandes rampas, es una subida constante pero soportable que nos permitirá poder disfrutar del entorno.
Aparentamos subir por antiguos campos de cultivo ya abandonados al principio.
En el margen contrario del barranco aparecerá una gran cueva arqueada cuya visita descartamos por su inaccesibilidad y encontrarse bastante alejada.
A cada paso esos peñascos se acercan y cuando nos acerquemos más a ellos el sendero pasará por pedregales pero sin mayores complicaciones.
Muy buenas sensaciones en este tramo del barranco del Moro, un barranco que nos dejará unas espectaculares vistas a unas imponentes laderas verticales de la Serrella.
Finalmente llegamos a los laterales de los peñascos, pasamos entre ellos 2 y alcanzaremos un pequeño collado significativo pues encontraremos una pequeña planicie con una fuente junto a una pequeña caseta.
Buen lugar para realizar un primer descanso merecido mirando hacia abajo, al barranco del Moro.
Pero llegar a la caseta y la fuente es solo alcanzar un punto de paso de todo nuestro recorrido de ascenso. Hemos llegado a un pequeño collado en el que cambiaremos las vertientes de la Serrella, pero todavía queda ascender.
El lugar es perfecto para hacernos consciencia de donde estamos, rodeados de inmensos paredones, peñas aún más altas, enormes torrenteras de piedras y laderas verticales. Bienvenidos a la Serrella.
Dejamos la caseta con la fuente y continuamos por un pequeño sendero que sale por un lateral de ella, dirección suroeste, para avanzar por la base de una inmensa pared de gran altura.
A partir de aquí la verticalidad se acentúa y el sendero se dispersa con bastante facilidad, hay que llevar precaución para no acabar ascendiendo entre los enormes pedregales. Si es así hay que salirse y mirar más a la izquierda donde encontraremos el pequeño sendero.
A nuestra derecha la enorme pared vertical que en paralelo nos acompañará buena parte de este tramo. A nuestra espalda un enorme pedregal que desciende desde la cima de la Malla del Llop. Unas vistas espectaculares por las dimensiones.
El siguiente objetivo ya lo tenemos a la vista, es el enorme y llamativo peñón que da forma a Plà de la Casa, tenemos que seguir ascendiendo por la vertical ladera hasta llegar a su base, a un collado.
Si enlazamos con el pequeño sendero y evitamos los pedregales el camino ya no tiene pérdida, nos lleva directamente hasta la base del peñón. Fácil de identificar el peñón porque la base la recorre un enorme pedregal, casi como rodeándolo.
A nuestro alrededor vegetación dispersa, matorral bajo y algunos pinos de poca altura.
A mitad camino la verticalidad se atenúa y vuelve a ser más llevadera, incluso empezamos a salir del barranco por el que continuamente estamos ascendiendo porque por fin empezamos a ver la parte alta de Aitana.
A nuestra espalda la inmensa imagen de la ladera final perteneciente a la Malla del Llop aumenta cada vez más.
Las vistas se magnifican, estamos realizando una ruta importante dentro de la provincia de Alicante y se nota por la altura que estamos tomando y por las vistas que vamos obteniendo.
Finalmente empezamos a llanear y nos colocamos en paralelo a un enorme pedregal que baja desde la cima del Plà de la Casa por un canal semiabierto, es por ahí el ascenso final pero … ¿a partir de cuando empezamos a ascenderlo?
Pasaremos por un enorme hito de piedra que señaliza tan solo la continuación de un sendero que se dirige directo a la base del enorme peñón del Plà.
Justo cuando casi llegamos a tocar las paredes del peñón aparecerá el desvío. Un poste con un cartel nos obliga a girar a la derecha y empezar a ascender hacia la cima de Plà de la Casa.
Este cruce ya se encuentra en un punto elevado, a nuestro alrededor podemos empezar a ver importantes sierras de la provincia y todavía sin estar en la cima.
Echando la vista atrás podremos contemplar el barranco por el que hemos estado ascendiendo sin parar desde la fuente y la caseta, más allá la Malla del Llop.
A partir de aquí la cosa se empina, los ascensos progresivos se terminaron, ante nosotros una pendiente vertical totalmente empedrada pues desde la cima baja un cinturón de piedras.
Pero sendero existe y tan solo hay que seguirlo fielmente para no descarriarse en medio del pedregal. Despacio, a buen ritmo y sin prisas.
Preferible otear y adivinar por donde pasa el sendero para marcarnos pequeños destinos e ir ascendiendo poco a poco pero con seguridad.
El sendero pasa muy cerca de unas paredes de roca que se encuentran a nuestra derecha, realmente son las estribaciones de las paredes rocosas que tuvimos durante el ascenso desde la fuente y la caseta. Hasta aquí llegaba la enorme pared.
Interesante ir realizando pequeñas pausas, para recuperar algo de aliento pero más que nada para poder contemplar las magníficas vistas a nuestro alrededor.
Realmente estamos en un lugar comprometido, en una pendiente vertical empedrada en medio de la Serrella pero la energía de las sensaciones visuales nos hace olvidar el esfuerzo físico que estamos realizando. Realmente se disfruta el momento.
A mitad camino el sendero se adentra de pleno en el pedregal y a partir de aquí el zigzagueo es continuo para salvar la verticalidad y las anárquicas piedras sueltas, miramos hacia arriba y no se ve el final, de momento.
Poco a poco vamos ganando altura y las sensaciones de vértigo aumentan exponencialmente (pero para bien) para el disfrute visual.
En la parte final somos engullidos por dos paredes laterales para formar una pequeña canal de subida.
Finalmente el sendero empieza a llanear y las piedras sueltas desaparecen casi de súbito al llegar a una pequeña planicie, se terminó el ascenso. Hemos llegado a la planicie superior del Plà de la Casa y lo confirmamos al poder ver ya el nevero.
Miramos hacia abajo, hacia el túnel empedrado que formó el camino por el que acabamos de ascender y no dejamos de sorprendernos. Desde arriba nos parece más vertical todavía de lo que fue.
Al llegar a la planicie el mayor esfuerzo físico que teníamos que realizar durante la ruta terminó, por primera vez desde la Font de l'Esperit Sant junto a Facheca no ascendemos, por fin llano!!!
El nevero se encuentra a escasos 50 metros del final del ascenso, nos acercamos a él y realizamos una visita pausada contemplando sus paredes internas.
Es un nevero subterráneo, de los que se encuentra por debajo de nuestros pies, sin paredes superiores en las que fijarnos (actualmente). Muy parecido al de La Safor.
Tiene una pequeña entrada lateral que sí se adentra a su interior, un pasadizo que nos permite observar mejor ese interior.
Una magnífica obra de ingeniería rústica pues su profundidad es importante, unos muros de contención que aguantan el paso de los años.
Lo que más puede sorprender es su ubicación y pensar en las condiciones de trabajo que tuvieron aquí arriba en el nevero siglos atrás. Tan aislado y tan alto.
Dejamos el nevero y solo queda alcanzar la cima. Para ello hay que ascender un pequeño repecho muy vertical y también empedrado, la coronilla del Plà, donde supuestamente está la cruz porque desde la planicie no se observa.
El objetivo es claro, lo tenemos a nuestra izquierda y tan solo hay que escoger las opción más asequible, aquí cada uno que ascienda por donde le parece más razonable pero pasar por algún pequeño pedregal es casi forzoso.
Este pequeño último repecho tiene 2 pedregales a los lados de una flanja de picachos y peñones afilados, en mi caso ascendí por el pedregal derecho, el más grande a priori pero a la vez con menos inclinación.
Aún con todo, este tramo es fácil y no conlleva problemas, quizás también espoleados por saber que la cima la tenemos a escasos metros ya no vemos dificultad alguna en ningún sitio pero el paso por este último pedregal (como por cualquiera) hay que hacerlo con precaución al estar rodeados de piedras sueltas.
Aunque el pedregal solo se asciende en su primer mitad, en la parte final ya ascenderemos por donde queramos, realizando pequeñas trepadas en ocasiones.
Ya vemos la cruz, y por debajo de ella encontraremos piedras alineadas ¿…? En este enclave privilegiado quedan los restos de una antigua torre vigía musulmana, no es de extrañar la ubicación, la panorámica es soberbia.
Para llegar a la cruz hay que trepar si o si. Se encuentra situada en un pequeño conglomerado de rocas, el último espolón final de unos 3 - 4 metros de altura. Un último esfuerzo … y cima.
Objetivo cumplido, estamos a 1379 m de altitud, en una de las cimas más imponentes de la provincia de Alicante, el punto más alto de la Serrella.
La panorámica es totalmente cautivadora, soberbia, de una belleza brutal y subirse a este último risco le da una magnitud aún mayor.
Al sur tenemos todo el valle de Guadalest aunque curiosamente el embalse no lo podemos llegar a ver, con la inmensa ladera norte de Aitana y la población de Confrides situada en su parte baja. A la izquierda de Aitana asoma una parte de Serra Gelada (y por tanto el mar) y a la derecha al completo el Cabeçó d'Or en diminuto.
Un inmenso valle que desde aquí arriba se puede apreciar y admirar a la perfección.
Estamos en el centro de la Serrella por tanto al este y oeste tendremos otros tramos de ella, al este la Malla del Llop que si ya nos sorprendía durante el ascenso, ahora desde cima se aprecia como una inmensa e infinita ladera, y más allá Aixortà y Bernia (el Cavall Verd y hasta el Montgó en Denia más a la izquierda)
Al oeste la parte del vértice y refugio de la Serrella. Más al fondo se puede divisar sin problemas Els Plans, el Migjorn, Menejador y Montcabrer y hasta el Maigmó algo lejano.
Junto a nosotros paredes de la Serrella de una verticalidad extrema, como verticales fachadas de edificios y por debajo de ellas pedregales de incalculable longitud.
Mirando al norte la panorámica es más suave, en la distancia, sierras como Benicadell, Almudaina, la Safor y Alfaro se nos presentan como pequeñas colinas.
El Vall de Gallinera, el de Ebo y el de Laguar se pueden intuir entre las pequeñas sierras diseminadas mirando al noreste.
Y junto a nosotros la cruz metálica de Plà de la Casa, el pequeño trofeo inamovible para quien llega hasta aquí.
Un balcón perfecto para admirar buena parte de la provincia de Alicante, lugar idóneo para abstraerse de todo por la admirable panorámica que obtenemos.
Estamos a escasos 1379 m pero subidos a una pequeña terraza de apenas 5/6 metros cuadrados que forma el peñón de la cima y con los valles que nos rodean tan cercanos se entremezclan y confunden las sensaciones de vértigo, satisfacción, aislamiento, fascinación…
Lugares como la cima de Plà de la Casa responden perfectamente a la pregunta del por qué nos gusta ascender montañas y caminar por sus senderos. Nos empequeñece como personas pero nos engrandece el interior.
Con pena pero esta vez con gloria descendemos el peñón (con precaución porque es una destrepada) e iniciamos el descenso por los pedregales hasta de nuevo la zona del nevero.
Mientras descendemos impresiona ver el gran "boquete" que forma el nevero y será el momento en el que mejor apreciamos la profundidad de él. Hay pocos neveros que puedan verse de esta manera.
Igualmente podemos aprovechar para ver de antemano nuestros próximos pasos.
Giramos a la izquierda al llegar al rellano del nevero y continuamos por un camino bien marcado ascendiendo muy levemente en su inicio, continuamos las señales del PR-V.
Tras el primer pequeño repecho llegamos a una pequeña llanura por la que podemos deambular y avanzar sin problemas ni esfuerzo. Sorprende encontrarnos esta situación idílica de andar en llano a tanta altura.
A nuestro alrededor tan solo matorral y monte bajo, algún pino disperso de mediana altura.
Finalmente llegamos a un poste de PR-V pero sin ninguna indicación. Debería señalizar el inicio del descenso del Plà, por primera vez descendemos, empezamos a notar realmente que regresamos.
Enlazamos con un pequeño sendero para realizar un abrupto y escarpado descenso, la verticalidad es importante por lo que deberemos de llevar precaución porque pasaremos por pequeños pedregales y muchas piedras sueltas.
Tenemos una ventaja y es que vemos el final del descenso, a donde llegaremos, y lo marca un pequeño claro junto a una pista de tierra. Hasta podemos llegar a ver el poste del PR-V oteando bien.
El aspecto de la vertiente cambia, en el fondo de la ladera hay una gran pinada dispersa de gran altura que modifica agradablemente el color de fondo a verde.
Hay algún corto tramo que deberemos hacerlo con pausa y tranquilidad pues la verticalidad es extrema, pero sin mayores problemas.
A nuestra derecha la pendiente de la ladera, inmensos pedregales que caen en 45 grados cuesta abajo. Nosotros pasaremos por alguno, pero de menor medida y en perpendicular a ellos, con suma facilidad.
Con todo, el tramo no conlleva problemas si lo realizamos con armonía y tranquilidad.
El sendero termina en un cruce marcado por un poste de PR-V 182, cogemos dirección "Facheca por Font Roja" mediante un pequeño sendero que se adentra en pinada de gran altura.
Este sendero desciende continuamente realizando zigzags y culebreos entre los pinos hasta alcanzar una pista de tierra en la que coincidimos con otro poste de PR-V, con el 23 y 24.
Ya en la pista, continuamos descendiendo hasta que en poco metros alcanzaremos la Font Roja, un bonito paraje en el que podremos realizar un pequeño descanso para el avituallamiento porque hay bancos y mesas y un diminuto caño de agua que dignifica el lugar.
El paraje está encajonado en un bonito lugar, en el barranco Hondo. A la derecha la agreste ladera que terminamos de descender y a la izquierda las estribaciones de la Penya Creus.
El lugar ya lo conocía porque fue también punto de paso en una anterior ruta de la Serrella Els Frares, y fue aquel día cuando descubrí el PR-V 182, el día que empecé a maquinar la actual ruta.
Junto al paraje hay un cruce de camino con un poste indicando varias direcciones, continuamos dirección Facheca.
Y desde el mismo cruce ya vemos la continuación del camino, un diminuto sendero que atraviesa una ladera extremadamente vertical en perpendicular y el sendero desde aquí aparenta ser un hilo fino haciendo equilibrio. ¿Por ahí? Esto se pone muy interesante.
Los primero metros tras el poste descendemos bruscamente para remontar y coger el escueto sendero. Una vez en él su anchura era la prevista, muy poca, escasos 50-60 centímetros y la verticalidad a nuestra izquierda … extrema, caída casi a plomo al fondo del barranco.
Por tanto el paso por este tramo inicial del sendero debe ser muy cuidadoso y prestando atención por donde vamos y pisamos.
Pero no por ello debemos privarnos de disfrutar de un tramo altamente espectacular en belleza, por realizar un tramo comprometido y expuesto pero a la vez atractivo por las panorámicas que obtenemos a nuestro alrededor.
A nuestra izquierda el fondo del barranco pero a 20/30 metros en la parte opuesta del barranco observamos otro sendero igual de bonito y vertical que por el que avanzamos.
Justo al frente en el horizonte de la "V" del barranco, tendremos la sierra de Almudaina y más al fondo Benicadell.
Seguimos y en breve el sendero empieza a girar y a bordear Plà de la Casa, cogemos dirección este. A partir de este giro el sendero deja de estar tan expuesto y pasa a ser un sendero más asequible en equilibrio, como cualquier otro.
Empiezan a asomar pinos a nuestro alrededor y el sendero comienza a atravesar pedregales que bajan desde la parte alta.
Atravesando los pedregales hay que prestar atención a encontrar un hito de piedras de mediana altura que nos advierte que a escasos 5 metros hay que empezar a descender. Ese inicio de descenso lo marca un pequeño y diminuto poste de madera.
Especial atención en este cruce porque el sendero en el pedregal continua recto.
Empezamos a descender muy directamente, por un sendero en su inicio de piedras para después pasar a tierra, zigzagueando en ocasiones pero descendiendo en línea recta .
Las señales PR-V aún nos guían.
Cuando el sendero se adentra en arboleda y matorral llegaremos casi de súbito a un antiguo aljibe o pozo. Junto al pozo se encuentra una pila alargada de rocas. El lugar se ve de pronto porque está muy mimetizado con el entorno.
Al llegar a este antiguo aljibe es la señal de otro cambio de dirección.
Por primera vez dejamos de lado el PR-V oficial 182 (que continua descendiendo aquí ladera abajo) nosotros giraremos a la derecha, como si la enorme pila alargada indicase la dirección a tomar ahora pues en paralelo a ella encontraremos un diminuto sendero.
A partir de aquí se acabaron las señales blanqui-amarillas pero realmente ya no hacen falta. Este pequeño sendero nos lleva prácticamente hasta los alrededores de Facheca sin encontrar variantes.
De hecho ya podemos empezar a ver la población por el sendero, una pequeña agrupación de casas en las faldas de la sierra de Alfaro, frente a nosotros y a cierta distancia.
Este nuevo sendero realiza unos pasos muy interesantes cruzando los enormes e inmensos pedregales que bajan desde la parte alta de la sierra, realizando enormes curvas, de entrada o salida, para sortear los barrancos.
Unos pasos de nuevo expuestos y aéreos porque a nuestra izquierda tenemos un inquietante y ancho tobogán de piedras en descenso de varias decenas de metros. Aunque realmente es difícil pensar en el riesgo, más bien disfrutamos de un sendero que nos está dejando unas sensaciones muy buenas, magníficas, al cruzar los pedregales.
Y todo esto todavía en llano porque realmente estamos bordeando la sierra.
A esto unimos unas espléndidas vistas a la izquierda al valle de Seta, desde la sierra de Alfaro y la de Almudaina.
El sendero pasa por un pequeño tramo de bancales abandonados situados en un lugar alocadamente vertical de la ladera, aunque algunos almendros todavía siguen dando sus frutos.
Tras los bancales el sendero continua llaneando e intuimos que se dirige a un tramo de la ladera donde ya hay algunos pinos dispersos, al acercarnos a ellos empezamos a descender más seriamente en zigzags.
Y lo hacemos aprovechando los antiguos bancales de la zona. El descenso es continuo y ya tiene que serlo obligado porque Facheca todavía la miramos en alto y tenemos que llegar tarde o temprano a ella.
El sendero es fácil de seguir cuando estamos en campo abierto pero deberemos de llevar especial atención cuando se adentra en las pinadas porque se reduce y no es tan evidente.
Hay que tener en cuenta que el sendero tiene tendencia a ir hacia la derecha, hacia un barranco que vemos asomar entre los pinos para después llegar a una casa de piedras abandonada pues junto a ella está el camino hormigonado blanco que atraviesa campos de cultivo y que nos llevará hasta Facheca.
La casa y el camino ya los podemos ver claramente mientras descendemos, no podemos perdernos.
Quizás sea el tramo más disperso de toda la ruta, quizás también la orientación ha sido demasiado fácil durante toda ella y ahora debemos estar atentos a no perder el pequeño sendero entre la arboleda y eso puede pillar por sorpresa. Pero sin mayores problemas.
Cuando llegamos al barranco ya hemos descendido bastante, miramos hacia arriba y Plà de la Casa la volvemos a ver casi inexpugnable por su altura.
El sendero continua en paralelo al barranco unos metros hasta finalmente llegar a la casa de piedras y al inicio del camino hormigonado.
Tan solo queda seguir descendiendo, aunque levemente, y en línea recta hasta Facheca atravesando grandes campos de cultivo de cerezos … es Mayo! nuestro paladar va a tener suerte.
Llegamos así a la carretera (el camino desde la casa de piedra abandonada hasta aquí sabemos es el Camí del Comte gracias a un cartel) la misma del principio de la mañana, giramos a la izquierda para llegar en unos 200 metros al parking de la pista deportiva de Facheca donde estará nuestro coche.
Una gran ruta imprescindible para cualquier amante de las montañas alicantinas. No es solo por las sublimes vistas desde la cima, es también por el recorrido tanto de ascenso como de bajada lo que la convierte en una de esas rutas difíciles de olvidar y que dejan huella. El esfuerzo a realizar se compensa por las sensaciones en la cima.
Una ruta que engrandece la afición a la montaña y al senderismo.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Font de l'Esperit Sant	00:10
2	Caseta / Collado	01:10	01:20
3	Cruce a cima	02:00
4	Nevero	02:20	02:30
5	Cima	02:35	03:05
6	Font Roja	03:55	04:15
7	Aljibe	04:45	04:50
8	Casa piedras / asfalto	05:35
0	Fin ruta	05:50

FECHA	Mayo - 2014
NIVEL DE RUTA	Alto
TIPO DE RUTA	Circular, excepto tramo inicio / cima
ALTITUD CIMA	1379 m *
TIPO CIMA	Pico
KMS RECORRIDOS	9,5
PR-V/s USADO/s	182 Parcialmente
PR-V/s USADO/s	24 Parcialmente