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La ruta del día recorre la sierra de la Villa o de San Cristóbal pero se reconocerá mejor si se describe como la sierra de Villena, aquella que es atravesada por el túnel de la autovía A-31 junto al castillo de la población.
Aunque la sierra no tiene un gran desnivel, su cara oeste, la ladera que se divisa desde Villena, es muy agreste y vertical. El resto es un perfil de sierra sencillo pero que permite buenas vistas al Alt Vinalopó.
Por ello no conlleva ningún desgaste físico importante y en cuestión de orientación tampoco implica grandes problemas.
El inicio de la ruta se encuentra en un lugar denominado Las Cruces. Antes de entrar al túnel de la autovía (dirección Alicante-Villena) nos salimos y antes de entrar en la población, bajo la elevación de la autovía, encontraremos una rotonda. Ahí ya encontraremos indicaciones.
En fuerte ascenso y en un centenar de metros llegaremos a un pequeño claro en donde ya divisaremos la población en alto y junto al claro, un poste PR-V, el 312. Dejamos el coche.
El poste que tenemos junto al claro es nuestro inicio y final. A la izquierda los primeros pasos, a la derecha un sendero que desciende entre una frondosa pinada y que será nuestro epílogo horas después.
Comenzamos a andar teniendo a los lados del camino un pequeño murete de rocas que acotan el trayecto.
Estamos en alto y la población de Villena se contempla a la perfección en estos primeros metros.
Pronto llegaremos a un pequeño local, casa con aspecto de ser un bar (cerrado en ese momento) y con la lógica denominación de Las Cruces, delante del local un gran aparcamiento para los visitantes, un perfecto mirado.
El lugar se llama Las Cruces porque en el pasado ahí existió un convento de monjas que desapareció para construir la autovía. Junto al local encontraremos 3 enormes cruces metálicas y un bonito mosaico enmarcado en rocas recordando el pasado.
Seguimos recto y enseguida giraremos a la derecha para pasar por encima de la autovía y observar, en alto, el constante y veloz paso de los vehículos saliendo del túnel.
Así llegaremos a otro poste PR-V, a la izquierda una variante del sendero que acorta bastante en dirección al mirador de la Celada; recto y en ascenso nuestra continuación en dirección al Collado de la Minica de los Colores. Una enorme pinada nos da la bienvenida.
Iniciamos el ascenso de la sierra y para ello usaremos un pequeño y coqueto sendero que en su inicio asciende continuamente.
En este primer tramo estaremos perfectamente cobijados por una pinada de considerable altura, se nota que es una acertada reforestación del pasado porque la distancia entre los pinos está cuadriculada.
Vamos tomando altura y pronto saldremos de la pinada para ya seguir avanzando entre esporádicos pinos, mirando atrás dejamos un perfecto bosquete de copas verdes de pinos.
Al llegar a un punto determinado dejamos de ascender y lo que haremos será seguir avanzando en paralelo a las curvas de nivel de la sierra y atravesar pequeños barrancos realizando grandes ondulaciones.
A nuestra derecha el declive más agreste de la sierra que estamos consiguiendo atravesar gracias al coqueto sendero. A la izquierda una espectacular panorámica de Villena y de sierras ya de Albacete. Un tramo bastante agradable.
Tras pasar por un par de pequeños barrancos el sendero retoma el ascenso entre pinos para así llegar finalmente al collado de la Minica de Colores ascendiendo por un tercer barranco. Un ascenso gradual y fácil.
En el collado encontraremos otro poste del PR-V indicando varias direcciones posibles.
Hemos llegado a un gran collado, un pequeño altiplano al que curiosamente posteriormente también llegaremos.
A nuestro alrededor el sendero por el que llegaremos más tarde, una pequeña loma con colores rojizos y acres (una pequeña mina), el camino que lleva hasta las antenas de la sierra, una inmensa pirámide de piedras a modo de gigantesco hito y unas magníficas vistas a Villena.
De todas las opciones de direcciones que tenemos para elegir escogemos un pequeño sendero que desciende y que lo hace por una cresta que ya veíamos perfectamente durante el ascenso al collado y que el poste PR-V lo marca como "Mirador de la Celada".
Todo lo que se ascendió se desciende en cuestión de minutos y el destino del descenso y los siguientes pasos ya son visibles gracias a las espectaculares vistas que nos ofrece la cresta por la que descendemos y que nos da muy buenas sensaciones.
El trayecto es fácil aunque sendero prácticamente no existe pues no es muy perceptible por ser todo rocoso, pero yendo con paso firme y seguro no hay problemas.
El destino es un collado al fondo que se divisa sin problemas ya desde alto y más atrás Villena, y a la derecha una casa vallada rodeada de inmensos pinos que es por donde pasaremos posteriormente.
Llegamos al collado y giramos a la derecha, en dirección a la casa que ya veíamos desde alto.
Pero antes de llegar a la misma casa giramos nuevamente a la derecha para bordearla y lo hacemos siguiendo un diminuto sendero que avanza en paralelo a la valla. El sendero yermo, el interior de la valla inmensos pinos.
Al rodear la valla llegaremos a un pequeño barranco, aquí ya nos separamos algo más de la valla y siguiendo las señales del PR-V vamos ascendiendo levemente por la pequeña ladera derecha del barranco, en dirección a un poste eléctrico.
Esta zona está muy empedrada y es algo ambigua por lo que deberemos llevar atención en no desviarnos y no seguir el sendero natural que si continua junto a la valla de la casa.
A la derecha del primer poste eléctrico que vemos aparece ya sí un sendero que seguimos y que nos encauza.
Ahora haremos un gran zigzag, 2 curvas en forma de "S" en cuestión de pocos metros. Primero una gran curva a la izquierda y posteriormente en pocos metros (este más ambiguo) hay que estar atento a un pequeño desvío a la derecha y que está marcado en pintura en un tronco de un pino.
En esta segunda curva pasaremos del amplio camino de tierra a un pequeño sendero entre pinos jóvenes.
Ya en el sendero no hay pérdida. Continuamos por él y alcanzaremos en pocos metros un camino de tierra del que ya no nos separaremos y que usaremos por un buen tiempo.
Hemos llegado a llano, hemos dejado las alturas de la sierra de Villena de lado de momento y ahora vamos a avanzar por la falda norte de la sierra por un cómodo trayecto muy fácil de seguir.
En el inicio a nuestra izquierda y pegados tendremos campos de cultivo (olivos) y más en la distancia las estribaciones de Villena y el cementerio de la población.
El camino termina en un cruce en donde coincidiremos con la entrada a una antigua cantera.
Seguimos avanzando y el camino de pronto se adentra en los mismos campos de cultivo, pasando literalmente junto a las oliveras, pero está permitido porque el surco está muy marcado y es obvio que es usado. Estamos en un mini sendero.
Este sendero termina en un tramo de asfalto con otro cartel advirtiendo de la presencia de una cantera (es la misma que la anterior, otro acceso).
El tramo de asfalto es corto, cuando lleguemos a hacer una curva cerrada en "S" y pasemos por otra cantera junto al asfalto será la señal de que termina. Volvemos al entorno más habitual y acorde, el camino de tierra.
Aunque encontremos variantes o cruces durante este cómodo trayecto la intuición o la simple lógica nos hace entender por donde es la dirección correcta y ante mayores dudas encontraremos señales PR-V en esos lugares dudosos.
Tras esta segunda cantera el camino se vuelve más campestre, las estribaciones de Villena desaparecen visualmente y solo aparecerán por el camino pequeñas y coquetas casas de madera de campo, parcelas con chalets y sobretodo campos de cultivo a nuestro alrededor.
A nuestra izquierda destaca la sierra del Morrón, la sierra límite entre Alicante y Albacete, una sierra alargada y con poca elevación y más al frente la de Beneixama.
Continuamos avanzando sorteando esporádicamente cruces y desvíos fáciles de discernir hasta que finalmente llegamos a un cruce con un poste PR-V y otro SL-V y de rutas de bici, nos fijamos en el primero y giramos a la derecha, seguimos dirección "Collado de Calera".
Este cruce de postes se encuentra junto a una rosada casa de campo.
Hemos hecho un gran recorrido por las faldas de la sierra de Villena, han sido aproximadamente 4 cómodos kms que nos han permitido prácticamente rodearla.
Tras el cruce comenzamos a ascender la ladera de la sierra encontrando un trazado algo erosionado en algunos tramos y bastante empedrado, pero la verticalidad es cómoda y llevadera. Un ascenso continuamente en línea recta.
Así llegamos al collado de Calera en 500 metros. En el collado encontraremos un poste de un nuevo SL-V, el 76 y que parece se inicia en la población de Canyada, no le hacemos caso hoy.
Delante nuestra 4 caminos de distintos tamaños y en abanico. Los 2 más a la izquierda son los usados por el SL-V, el tercero (con aspa verde de SL-V) sería la continuación del PR-V 312… nos quedamos con el cuarto, el más a la derecha y que curiosamente es el más pequeño, un sendero.
Por un corto trayecto dejamos el PR-V oficial para terminar de ascender la sierra por un pequeño y agradable sendero. Este es más directo y alcanzaremos la parte alta más rápido.
En su inicio es más vertical y estaremos rodeados de joven pinada para pronto atenuarse la pendiente y seguir ascendiendo más cómoda y gradualmente pero ya rodeados de monte bajo y matorral y con un horizonte más abierto.
A nuestra izquierda observaremos unos campos de cultivo y una pinada dispersa pero de grandes dimensiones, es el trayecto que hubiéramos hecho de haber elegido seguir por el PR-V, oficialmente se asciende por ahí realizando un ascenso más gradual gracias a un pequeño rodeo.
Pero sin arrepentimientos, el sendero por el que vamos es claro, obvio y sobretodo acortamos bastante.
Pronto aparecerá en el horizonte una gran casa situada en la parte alta de la sierra, destaca su presencia y es inevitable que llame nuestra atención, nuestro siguiente punto de paso.
Antes de llegar a ella conectaremos con el camino oficial en una gran curva y constataremos que se hizo un atajo "no oficial" al pasar por un aspa PR-V al final del sendero.
El camino nos lleva directamente a la Casa del Médico (o Caseta de Pardo), una antigua edificación pero en muy buen estado aunque cerrada a cal y canto. Aquí obtendremos unas bonitas vistas a nuestro alrededor porque ya notamos que hemos ascendido bastante.
Frente a la puerta de la casa el paraje de Candilejas, el tramo desechado y por el que se asciende oficialmente por el PR-V, un lugar con campos de cultivo y gran pinada.
Por detrás una alineación de sierras solapadas … Fontanella, la de Onil, Reconco, Frare, cada una asoma su lomas … y más a la izquierda las estribaciones de Mariola.
A espaldas de la casa la sierra del Morrón al completo y más a la derecha la de Beneixama.
El lugar es propicio para un primer descanso y poder disfrutar de tan magníficas vistas.
Continuamos y ahora debemos seguir por la cresta de la sierra, o al menos por su parte alta, iniciamos el regreso a Villena.
A nuestra derecha unas magníficas vistas al gran valle que nos separa de la sierra del Morrón y Beneixama y a la izquierda la pequeña vaguada y que nos separa de las antenas que empiezan a asomarse en la distancia.
Podemos apreciar una carretera que se dirige a la parte alta del otro lado, es la carretera que da servicio a los técnicos de las antenas.
Este trayecto es bastante cómodo, el sendero es pequeño pero evidente y nos permite avanzar teniendo unas buenas sensaciones y un horizonte muy aéreo a nuestro alrededor.
Notamos que en un plano inferior discurre un camino en paralelo a nosotros pero en el interior del pequeño valle de los 2 brazos de la sierra, mejor por el que vamos.
Casi en línea recta y sin grandes desniveles conseguimos ir avanzando por la pequeña cresta, a cada paso notamos que nos acercamos a las antenas.
Antes de finalizar el recorrido saldrá a nuestra izquierda un enorme hito de piedras, es un camino que desciende directamente hasta las minas de Ocre (la minica).
Pero seguimos adelante y el motivo es llegar hasta el final, hasta el mismo borde de la sierra y terminar al completo de recorrer la cresta para alcanzar un magnífico mirador, el mirador Tuareg (así indica una inscripción en pintura sobre las rocas).
Es el puntal más al oeste de la sierra y tendremos una imagen completa panorámica de Villena, todo un lujo porque las rocas que se encuentra ahí están situadas junto al precipicio.
Al igual que de la llanura que se aleja en dirección a Albacete. Un mirador vertiginoso.
De ahí descendemos hasta un cruce que conocemos, el collado de la Minica de colores donde estuvimos unas pocas horas atrás.
Llegados a este cruce nos quedan 2 visitas a realizar que son lineales.
La primera es a la Minica de Colores. Desde el mismo collado ya advertimos de la presencia de una zona de colores rojizos y ocres en una ladera cercana, a escasos 200 metros.
El recorrido es corto y llano y en la zona encontraremos un pequeño agujero rectangular que debió ser el acceso a la pequeña mina. No es muy profundo e incluso se podría acceder a su profundidad si se quisiera. Los alrededores del agujero está cubierto de pequeñas piedras sueltas rojizas y amarillas mostaza, un fuerte y llamativo contraste de colores.
Volvemos al collado y ahora el objetivo es alcanzar la parte más alta de la sierra, las antenas y su vértice.
Cogemos un camino desde el collado que se dirige en esa dirección, es un sendero amplio y evidente que avanza en paralelo y a pocos metros de la vertiente más vertical.
Desde aquí y a nuestra derecha podemos observar los 2 senderos en paralelo que tiene la vertiente, uno el que se usó para ascender y el otro el que usaremos para descender más tarde.
A mitad camino enlazaremos con la carretera asfaltada que da servicio a las antenas y que nos lleva directamente a ellas.
Ya en las antenas podemos avanzar un poco más dirección sur para poder contemplar las paredes verticales de la sierra que se usan para realizar ferrata en la zona, unas paredes muy verticales. Un poste nos advierte con información.
Desde aquí podemos contemplar al completo la población de Villena a nuestros pies y toda la llanura del Alt Vinalopó limítrofe con Albacete. Y hacia el sur las sierras de Peñarrubia y el Frare.
La zona de las antenas no es muy amplia, no es una cima saturada de antenas, pero las pocas que hay son de gran altura.
Pero el vértice no se encuentra junto a ellas, hay que continuar unos 300 metros por el altiplano para llegar a él. Se encuentra en una gran meseta, la gran columna blanca se puede divisar en la distancia conforme nos acercamos a ella.
El punto más alto de la ruta lo marca una meseta a 780 m de altitud, a nuestro alrededor un perímetro de varios metros totalmente llanos, un lugar con poco encanto pero que nos permite divisar aquella cresta que recorrimos dejando atrás la Casa del Médico.
Las vistas no mejoran a las conseguidas anteriormente, tan solo cambiamos el ángulo de visión del Reconco, el Frare, Fontanella, Beneixama, el Morrón …
Volvemos sobre nuestros pasos y regresamos al Collado de la Minica para regresar de nuevo a Las Cruces.
En el collado si inspeccionamos la zona con detenimiento descubriremos un último sendero que no vimos en todos los pasadas que hicimos con anterioridad y cuyo inicio se encuentra entre los troncos de los únicos pinos que hay más a la izquierda, se puede confundir con el que usamos a la subida pero pronto descubriremos que es otro paralelo al de subida. Iniciamos el descenso.
Este descenso es muy vertiginoso pero a la vez interesante, el sendero pasa por zonas con una verticalidad importante y la salva avanzando en paralelo a la sierra, usando las curvas de nivel y descendiendo muy sutilmente, sin grandes rampas.
En estos primero metros hay que ser muy fiel a las señales y estar atento a algunos pasos algo ambiguos porque podemos caer en la "trampa" de descender muy rápidamente y engancharnos al sendero que hicimos en la subida.
En estos primeros metro es poca la distancia se separan el uno del otro y parece que hayan "canales de comunicación" y no queremos perdernos el nuevo trayecto.
Aparte de la verticalidad se agradece que sea un sendero bien poblado de pinos pues amenizan muy gratamente el recorrido.
Tras unos primeros 150 metros el sendero ya no presenta zonas ambiguas y podremos seguir avanzando con tranquilidad.
Es un sendero en el que vamos encajonados, a nuestra izquierda una ladera de la sierra vertical en cuya parte superior asoman las antenas donde estuvimos minutos antes, a nuestra derecha un vertiente que cae casi a plomo.
Por momentos si echamos la vista atrás se magnificará el instante porque podremos ver con más claridad por donde pasamos tan delicadamente. Por tramos el sendero está algo expuesto así que los ojos continuamente en el camino.
Pasado la mitad del descenso el sendero pasa por auténticos túneles de pinos, las cuadrículas de reforestaciones pasadas.
Poco a poco Villena se acerca y vuelve a aparecer la autovía A-31 y el sonido del paso de los vehículos.
Casi terminando llegaremos a un cruce, un sendero que asciende fuertemente, es el sendero para quien quiere acercarse a las paredes de la sierra y realizar la Vía Ferrata, un cartel nos indica que nos quedan escasos 300 m a nosotros.
El sendero finalmente llega a una valla, y desde ella podemos ver la Torre Castillo de la población y los aledaños de Villena, giramos a la derecha y en pocos metros hemos llegado a nuestro coche.
Un final de ruta muy interesante, un descenso vertiginoso de aquellos que se recuerdan por las buenas sensaciones vividas, un buen epílogo de ruta a una sierra, la de Villena, muy fácil de recorrer.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Cruce principal	00:40
2	Inicio ascenso	02:00
3	Casa del Médico	02:40	02:50
4	Minica de los colores	03:40	03:45
5	Antenas	04:00	04:05
6	Cima	04:10	04:30
0	Fin ruta	05:15

FECHA	Noviembre - 2014
NIVEL DE RUTA	Medio
TIPO DE RUTA	Circular, excepto tramo cima
ALTITUD CIMA	780 m
TIPO CIMA	Meseta
KMS RECORRIDOS	13
PR-V/s USADO/s	312 Completo