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El Cabo de las Huertas es un saliente al mar entre las playas de San Juan y de la Albufereta.
Pertenece a la ciudad de Alicante y su línea costera es un sucesión de calas rocosas de gran belleza apartadas de las multitudinarias y típicas playas de arena.
La intención de la ruta es unir las playas de la Albufereta y San Juan con un recorrido que inevitablemente pasará por el Cabo y que permite conocer esas retiradas calas y el faro.
A la vez, sabiendo de la existencia de un vértice geodésico en pleno cabo, era ineludible realizarle una visita y añadir uno más a la colección, por muy modesto en altitud que sea.
Para evitar aglomeraciones y calor realicé la ruta en pleno Enero pero por sorpresa el día fue muy primaveral y aún entre semana estuvo concurrida la ruta (no quiero imaginar que será en verano)
El cabo es un lugar alejado y desde siempre es la zona nudista más cercana que tiene Alicante, por tanto no debe sorprenderse nadie encontrarse en sus remotas calas bañistas practicándolo en plena libertad.
Este recorrido está en su mayor parte señalizado por la Red de Senderos urbanos de Alicante, en este caso por el del Cabo de La Huerta. Esto hará que tengamos buenas indicaciones y paneles informativos en lugares de interés. Todo un agradable acierto.
Iniciamos la ruta en la Albufereta, una pequeña y modesta playa urbana. No tiene gran longitud, poco más de 400 metros, pero a la vez le confiere un aire de intimidad.
Desde la misma playa se obtiene una buena panorámica a la Serra Grossa y a los altos edificios situados entre la sierra y la costa, más al fondo el Castillo de Santa Bárbara.
En el borde más al este de la playa encontraremos la continuación de la ruta, marcada por una pasarela de madera muy bien acondicionada.
Nada más pasar la pasarela encontraremos unos puntos de interés histórico, estructuras romanas antiguas que aún perduran sutilmente el paso del tiempo como son cisternas romanas, viveros de peces y antiguas canteras. Paneles informativos ayudan a entender esas pequeñas estructuras costeras que encontraremos en estos primero metros.
Por suerte las aguas del mar se encontraban tranquilas y con una transparencia y limpieza muy loable, pudiendo obtener así unos encuadres y vistas sugerentes.
Tras las estructuras romanas pasamos por las instalaciones del puerto deportivo Club Náutico Costa Blanca, de un tamaño reducido pero acorde al lugar.
Tras el puerto llegamos a otra modesta playa, la de la Almadraba de arena oscura y que suele tener pequeñas embarcaciones en las cercanías de la costa. También de pequeño tamaño, escasos 250 metros. La recorremos por la misma orilla. Suele ser una playa de tranquilo oleaje al estar protegida por el mismo Cabo de Huertas.
El final de la playa “amable” de la Almadraba lo marca un largo espigón, tras él seguimos por costa pero ya no hay arena, la orilla lo marca grandes rocas y el interior una gran llanura de tierra.
Aquí la panorámica hacia el mar es muy interesante al tener la ciudad de Alicante al final de la Serra Grossa y más al fondo se intuye otro cabo, el de Santa Pola.
Avanzamos por esa gran explanada que es el interior de la costa y llegamos a un pequeño puntal que marca el final de la línea de la Almadraba, la costa aquí gira en 90 grados para dejar atrás el horizonte de la ciudad de Alicante.
Junto a unas vallas que rodean una propiedad encontramos un pequeño sendero por el que continuamos, pero por aquí la línea costera la tenemos a escasos metros.
A partir de aquí comienzan las calas del Cabo.
Y la primera que encontraremos a destacar será la Cala Judíos, una bonita y amplia cala en forma de “L” con pequeños islotes alargados frente a ella.
Al avanzar y echar la vista atrás el horizonte se ha ampliado y podremos llegar a vislumbrar sierras lejanas como la de Crevillente por detrás de la ciudad de Alicante que ya se contempla mucho mejor.
En la guía de la Senda Urbana de Alicante indica que es fácil encontrarse Cormoranes por aquí abatiendo sus alas y extendiéndolas para secarlas ... y por suerte tuve la oportunidad de verlos en plena acción. Al igual que una garceta común en busca de alimentos entre la arena de la orilla.
Seguimos avanzando y tras realizar un recodo al final de la cala, tras unos metros, nos enganchamos a un suelo pavimentado, un pequeño paseo marítimo al tener muy cerca urbanizaciones.
Sin embargo si queremos podemos continuar junto a la orilla vadeando rocas y disfrutando mucho más del entorno, la decisión fue fácil.
Avanzar junto a la orilla es más “divertido” y a la vez el contacto con el entorno más completo. La belleza geológica del lugar es muy interesante.
En el momento de encontrarnos algún punto de paso comprometido o no querer complicarnos el avance, podemos salirnos y volver al pavimento y avanzar más cómodamente.
Las aguas por aquí son cristalinas pudiendo observar el fondo marino sin mayores problemas.
Cuando el pavimento acaba (se extendió unos 350 metros junto a la orilla) llegamos a un camino cercado en su inicio con pasamanos de troncos de madera.
Un panel informativo nos ofrece información de la Microreserva de la zona.
Llegamos a la Cala de Cantalares, una pequeña cala semi circular sin grandes rocas en su costa, casi podría decirse que es una playa diminuta pues tiene fácil acceso.
Al frente, todavía en el pasamanos, le vemos una pequeña loma que no subiremos, pero justo en su base, junto al mar vemos la continuación del sendero.
La cala está encajonada por pequeñas lomas a su espalda y esas lomas están recorridas por caminos y senderos que permitirán transitar el interior “montañoso” del Cabo de Huerta. La que todavía sobrevive sin urbanizar.
Pasamos Cala de Cantalares y a partir de aquí el recorrido se torna más salvaje gracias a no tener urbanizaciones cercanas a la línea costera.
Los primero metros se hacen más cerca de las lomas de nuestra izquierda, incluso a media altura durante un centenar de metros o más, después volveremos a la costa llegando así de nuevo a pequeños rincones de singular belleza.
Tras una travesía “solitaria” al estar refugiados por las lomas volvemos a ver edificaciones al llegar a una pequeña pero interesante cala.
Al bordear la cala volvemos a encontrarnos con algo de explanada entre la costa y las lomas de nuestra izquierda, por aquí crece interesante vegetación y si nos fijamos en el suelo podremos observar pequeños fósiles sin problemas.
Volveremos a ver pequeños mojones costeros, una especie de vértices geodésicos diminutos que delimitan la línea costera, los hemos estado viendo constantemente desde que comenzamos a andar cerca de la costa.
Llegamos a otra cala, la Cala de la Palmera, es ya la última cala interesante en esta línea costera hacia el este.
Justo antes de llegar a la cala de la Palmera comenzamos a ver despuntar el faro del cabo e intuimos que el final se acerca.
Pasamos la cala de la Palmera y a nuestra izquierda aparece un vallado metálico color verde, podemos seguir por un sendero que pasa junto a esta valla o continuar por nuestro albedrío todavía cerca de la costa disfrutando todavía de los detalles de la costa.
Uno y muy llamativo es el denominado “el fardatxo” un roca erosionada con la que podemos imaginarnos figuras animales.
Y así llegamos al faro, pasamos por su base rodeándolo guiados por el vallado verde, al hacerlo cambiamos de vertiente y de pronto veremos la línea costera norte, al principio Serra Gelada la primera de las “tierras nortes” y conforme avancemos aparecerá una sucesión de montañas y sierras de la Marina Baixa y el Alacantí ... Bernia, Puig Campana, Aitana, el Cabeçó ... una línea de enorme belleza montañera.
Y a nuestra espalda el Cabo de Santa Pola en toda su extensión. Unas vistas como final de paseo marítimo muy agradable.
Por aquí la línea costera se separa del sendero y la morfología cambia, las rocas no están en paralelo a la costa, por aquí se encuentran en perpendicular creando llamativas y alargadas líneas, como ensenadas naturales para estacionar embarcaciones con aguas cristalinas.
La playa de San Juan aparece en toda su envergadura con su multitud de edificios de gran altura.
Al bordear el faro el sendero se convierte en un amplio camino de tierra y continuamos con la valla verde.
Al finalizar la valla llegamos a un panel informativo del sendero de Cabo, aquí damos por finalizada la travesía por el Cabo de Huertas.
Realmente el tramo de calas ha sido muy corto, aproximadamente unos 2,5 kms, pero interesante descubrir esta sucesión de pequeñas y coquetas calas con un encanto muy especial y a escasos minutos de la ciudad de Alicante.
Sin duda volveré en verano para disfrutar de sus cristalinas y transparentes aguas.
Aquí enlazamos con un amplio camino de tierra que nos lleva a la Playa de San Juan y que ya advertimos a corta distancia.
Sin embargo no hay que llegar a la playa, al contactar con el amplio camino de tierra avanzamos por él unos 350 metros y después debemos estar atentos a girar a la izquierda y tomar un pequeño sendero que nos lleva directamente a las calles y urbanizaciones del Cabo de Huertas tras un pequeño repecho y un tramo escalonado de hormigón en su parte final.
Dejamos atrás la parte de la ruta costera y ahora nos centramos en alcanzar el vértice geodésico del Cabo callejeando por las calles y urbanizaciones del lugar.
Al subir los escalones llegamos a la calle de la Musola, pero justo enfrente tenemos en línea recta la calle Atún, continuamos por ella, a nuestro alrededor bungalows y urbanizaciones, asfalto y coches.
Al final de la calle Atún giramos a la derecha tomando la calle Camino del Faro por la que avanzamos unos 250 metros por su lado izquierdo, al llegar a una isleta triangular continuamos por el ramal izquierdo unos 150 metros hasta llegar a la calle del Mujol, girando a la izquierda y comenzando a ascender levemente.
Tramo sin ningún interés paisajístico, estamos en nuestro medio urbano habitual y cotidiano ... asfalto, coches, cemento ... y eso no provoca ningún encanto, aceleramos el paso para superar el trámite.
Subimos por la calle del Mujol y llegamos a una diminuta rotonda al final de la calle, y desde aquí ya vemos el vértice geodésico, a escasos 40 metros sobre un pequeña loma.
Nos acercamos a él y alcanzamos así el punto más alto de todo el Cabo de las Huertas, una pequeña loma con una cima de escasos 72 m, pero aún así es el punto más alto en un radio aproximado de 3 kms (la Serra Grossa sería la elevación importante más cercana)
El vértice es similar a los que nos podemos encontrar en cimas por encima de mil metros en la provincia de Alicante, pero al estar en zona “urbana” está grafiteado aunque mantiene con dignidad su posición.
Al ser la posición más alta, tenemos unas vistas interesantes a nuestro alrededor sobretodo hacia Alicante y dirección noreste. Desde aquí podemos observar perfectamente todo el Cabo de Santa Pola, la Sierra de Crevillente tras la ciudad de Alicante y algo de Sierra Fontcalent solapada por Serra Grossa ... y continuando con la línea del horizonte de izquierda a derecha contemplamos el Cid, Maigmó, Migjorn, Cabeçó d’Or y Aitana ... casi nada!! Buen lugar para repasar visualmente las sierras que rodean la ciudad de Alicante.
A partir de Aitana el horizonte se “afea”, ya no podemos contemplar más montañas por estar tapadas por bungalows en esa dirección pero podemos imaginarnos que ahí estaría el Puig Campana, Bernia y Serra Gelada.
En dirección sur y muy cerca tenemos un gran parcela cuadrada con una antena y varias “mini casetas”, todo vallado y sin acceso libre, debe ser privado o de uso municipal pero no le intuí la finalidad.
Mas a la derecha de la parcela tenemos las lomas del Cabo de Huertas con los caminos y senderos de libre paseo para recorrer las partes todavía vírgenes y sin edificaciones que todavía quedan.
Dejamos el modesto pero interesante vértice volviendo a la diminuta rotonda, dando así por finalizada la ruta por el Cabo de la Huerta.
Ya tan solo quedar seguir callejeando por el Cabo para alcanzar algunas de las líneas de servicio público de autobús como las líneas 21, 22 o 9 (o incluso el TRAM) para regresar a Alicante a la zona de la Albufereta donde iniciamos la ruta.
Otra opción sería usar esos senderos vírgenes que vemos desde el vértice para regresar a la línea costera y regresar por el mismo camino para ofrecernos una nueva y distinta visión de los tramos que hicimos en la ida.
El Cabo de la Huerta, un pequeño tesoro costero muy cerca de la ciudad de Alicante, un placer redescubrir un lugar de gran belleza.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Playa de la Albufereta	00:05
2	Restos arq. romanos	00:30	00:35
3	Playa la Almadraba	00:50	01:00
4	Cala de los Judios	01:25	01:30
5	Cala de Cantalares	01:45	01:50
6	Cala de la Palmera	02:05	02:10
7	Faro	02:30
8	Desvío a zona urbana	02:45
9	Vértice geodésico	03:05	03:15
	Fin ruta	03:15

FECHA	Enero - 2018
NIVEL DE RUTA	Muy bajo
TIPO DE RUTA	Lineal Ida/Vta
ALTITUD CIMA	72 m
TIPO CIMA	Rellano
KMS RECORRIDOS	3,5
PR-V/s USADO/s	Senderos urbanos Alicante