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La Sierra del Cid junto con la Silla es el conjunto montañoso más importante del Vinalopó Mitjà. En esta ocasión se realiza el ascenso a la sierra, una formación en forma de cresta curvada con dirección sur en cuyo final encontraremos una gran zona de antenas y el vértice geodésico.
La ruta comparte 2 puntos comunes con la ruta que se hizo anteriormente a la Silla del Cid (*), el punto de partida y el Collado del Contador aunque son coincidencias de escasa relevancia, de escasos momentos, pero podría servir para enlazar las dos rutas y realizar una ruta aún mayor pudiendo visitar todo el conjunto en su totalidad.
Con la ruta conseguiremos descubrir las diferentes vertientes de la sierra, unas vistas espectaculares a la costa y obtendremos unas perspectivas diferentes e interesantes del enorme peñon de la Silla del Cid.
El inicio de ruta lo encontraremos siguiendo en coche las señales del PR-V 36 y que se inician en Petrer. Lo hacemos por una carretera asfaltada que nos lleva directamente a la base de la Silla del Cid. Al final del asfalto encontraremos una pinada y una curva donde se encuentra una caseta con una valla verde. Dejamos ahí el coche.
Es el mismo punto de inicio si queremos subir a la Silla, pero en esta ocasión no cogemos la pista amplia de tierra y luego el pequeño sendero habitual. Esta vez, a la derecha de la caseta, de la valla verde, hay un camino asfaltado que está cortado a los vehículos con una valla que se puede elevar ... es por ahí nuestro inicio de ruta.
El objetivo inicial es acercarnos lo máximo posible a la ladera donde están situadas las antenas y para ello los primeros 8 kms de la ruta serán un cómodo y plácido recorrido por una carretera asfaltada (aunque en ocasiones está bastante degradada y se convierte en tierra) por el interior de la sierra y que en su mayor parte es en llano o en un ascenso cómodo y gradual.
El trayecto es largo pero bastante llevadero y durante este tramo inicial iremos descubriendo particularidades de la sierra y unas perspectivas a la Silla muy interesantes.
Echamos a andar y en los primeros metros tras dejar el coche realizamos una gran curva cerrada, en este cambio de vertiente nos aparecerá ante nosotros todos los pliegues solapados que forman los barrancos de la sierra y que deberemos ir recorriendo.
El camino es bastante evidente y en tan solo contadas ocasiones encontraremos desvíos aunque es fácil discernir el correcto, quizás el más ambiguo sea uno inicial y en esa ocasión es por la izquierda.
Tras una circunvalación cerrada de una pequeña elevación, a los pocos metros, encontraremos un punto de paso interesante, el Pouet del Pi de l'Aire, un pequeño pozo bien acondicionado imposible de saltarse pues está junto al camino, aunque en altura, y su estructura está encalada de blanco con una pequeña portezuela verde. Hay que subir un pequeño caminito para completar la visita.
Seguimos avanzando por sinuosas curvas y pronto aparecerá una espectacular visión totalmente iluminada por el Sol, son los enormes peñones y la abrupta y escarpada ladera sur de la Silla del Cid, una imponente vertical de varios centenares de metros de caida al igual que de longitud. Impresionante.
En este tramo el camino ya no es con tanta curva y nos acompañará el enorme peñón a nuestra izquierda por un tiempo. Si observamos las laderas de nuestra derecha podremos apreciar una loma circular que está bordeada por un camino, por ahí iremos posteriormente.
Ya estamos muy en el interior de la Sierra del Cid y apreciaremos que la zona está muy bien cubierta de grandes y amplias pinadas, todo un placer para la vista, el paseo está siendo bastante agradable.
Antes de que el camino por el que vamos cambie de dirección porque cruza un barranco y gira, una roca pintada de rojo nos advierte de la presencia del final de un sendero, teniendo en cuenta en la zona en la que se encuentra deducimos que será el final del descenso del sendero desde el Collado del Contador, el que usaremos para regresar al punto de partida.
Hacemos el giro cerrado cruzando el barranco y ahora empezamos a ascender, vamos a rodear la loma circular que vimos anteriormente y circunvalar al completo. Justo al cruzar el barranco hay un par de hitos de piedra para quien quiera evitarse el rodeo y avanzar más directo pero será una elección un poco desacertada pues se perderá las mejores vistas hacia la Silla del Cid, pues veremos el peñón desde un punto elevado y en total panorámica.
Igualmente veremos el sinuoso camino por el que hemos llegado hasta aquí.
Rodeamos la loma circular y las vistas hacia la Silla terminan (por ahora), hemos ascendido unos cuantos metros pero ahora volveremos a tener otro tramo llano por el que iremos bordeando pequeñas elevaciones cónicas, al pasar junto un antiguo cartel de "Peligro de incendio" encontraremos el camino-atajo directo que descartamos en la base de la loma circular.
Otro tramo en ascenso gratamente reforestado y al cambiar de vertiente ya empezamos a ver las antenas sobre la loma más alta del Cid, el objetivo se acerca. Llegaremos a un cruce de caminos de tierra en una curva pero seguimos de frente por el degradado asfalto.
Otro cambio de vertiente de ladera y tendremos ante nosotros el final, la curva donde dejaremos definitivamente el asfalto y empezaremos a ascender directos a las antenas. Una curva cerradísima a la que llegaremos en un pequeño descenso.
Aparece también todo el Vinalopó Mitjà en panorámica ante nosotros, estamos en altura y hemos salido un poquito del interior del Cid gracias a sus salientes laderas.
Pero esta zona de la Sierra del Cid nos tiene guardada una última sorpresa y es que aunque tengamos a la vista la curva para ese ascenso definitivo (pues la tenemos a escasos 500 metros de distancia en línea recta) para llegar a esa curva hay que recorrer 2 kms de sinuosas y cerradas curvas bordeando un enorme barranco que nos separa, aunque se recorren tranquilamente pues son en llano pero se pueden hacer largos.
En este pequeño entramado de curvas cerradas encontraremos un antiguo pozo o aljibe de agua.
Empezamos a descender y tras un par de pequeñas curvas llegamos por fin al inicio del ascenso a las antenas, un brusco giro a la izquierda en donde tomaremos un camino de tierra. Comienza el verdadero ascenso al Cid.
El nuevo camino zigzaguea continuamente para ir ganando altura en muy poco tiempo, verticalidad sin treguas que no nos dejará descansar hasta las antenas. A cada paso las vistas se van aclarando, la comarca del Vinalopó se amplia para nosotros casi al completo.
Las curvas se encuentran cementadas debido a que este tramo final es el que usan los técnicos de las diferentes compañías que hacen uso de las antenas. Por ese motivo no nos debe extrañar si escuchamos algún ruido de motor cercano, algún 4X4 de los técnicos ascendiendo o descendiendo.
Las enormes antenas durante este repecho final nos servirán como referencia para intuir cuanto nos queda para acabar el ascenso.
Y el ascenso termina en una explanada en donde se encuentra una amplia superficie con infinidad de antenas, ya podemos ver el sureste ... la costa.
Nos adentramos unos pocos metros por el camino que da servicio a las multiples antenas y por un pequeño hueco entre un par de ellas encontraremos un rellano, un mirador con unas magníficas vistas hacia Alicante y toda la costa.
Podremos apreciar el relieve del monte Benacantil con el Castillo Santa Bárbara a la perfección y por su altura el emblemático edificio del Gran Sol. Junto a Alicante destacan la Sierra de Fontcalent y más próxima a nosotros la Sierra de San Pascual. Todo lo demás una inmensa llanura salpicada por diminutas lomas.
Pero en el extremo de nuestra izquierda asoma la sierra del Cabeçó d'Or y por delante de ella el Alt de la Mosca. El pico del Puig Campana se aprecia por detrás del Cabeçó a duras penas (de momento).
Todas estas vistas a escasos centímetros de unos enormes despeñaderos, unos precicipios abruptos y totalmente verticales, podemos asomarnos y verlos con extrema precaución y contemplar las decenas de metros que nos separan del suelo.
Proseguimos la ruta dejando atrás la zona de las antenas y el siguiente objetivo ya es alcanzar la cima de la sierra.
El camino que nos lleva a ella es amplio pero empedrado y justo antes de empezar el repecho más relevante y serio coincidiremos con los carteles y señales del PR-V 342 y 325, senderos que realizan el ascenso por la cara sur de la sierra del Cid, por los Llanos del Cid desde Monforte y Orito el primero y desde Novelda el segundo.
El tramo final a llegar a la cima se acentua en verticalidad pero sin mayores problemas.
Y finalmente cima, llegamos a una caseta cuadrada con una torre de tendido eléctrico junto a ella ¿y el vértice? pues se encuentra en el techo de la caseta, esta vez no podremos tocarlo, nos conformaremos con fotografiarlo. Estamos en el punto más alto de toda la ruta, 1104 m de altitud.
Hacia el oeste las vistas están algo tapadas por los pinos y solo podemos intuir las sierras pertenecientes al Vinalopó. Sin duda las mejores vistas las tenemos hacia el sureste, son muy parecidas a las obtenidas en la zona de las antenas pero ... más amplias.
De un solo vistazo, en el marco de una foto podremos captar 4 imponentes sierras de la provincia de Alicante desde aquí, el Maigmó, Aitana, el Cabeçò y el pico del Puig Campana ... casi nada.
Más a la derecha seguimos viendo la inmensa llanura de l'Alacantí y toda la línea costera que llega hasta el cabo de Santa Pola.
Justo debajo de nosotros tenemos los denominados Llanos del Cid, unas curiosas formaciones compuestas por abruptos barrancos, espolones y alguna "mamelleta".
El lugar perfecto para un primer descanso y así poder disfrutar de tan magníficas vistas.
Cerca del lugar, del poste que indica la cima, encontraremos un Belén y a pocos metros un buzón metálico en donde reflejar por escrito nuestras sensaciones que no son pocas.
Dejamos la cima y proseguimos la marcha en la misma dirección que llevabamos al llegar, el siguiente objetivo es alcanzar el Collado del Contador y para ello continuaremos por el borde del precipicio teniendolo a nuestra derecha a escasos metros. Muy buenas sensaciones en este trayecto pues las vistas se magnifican gratamente.
Los primero metros por el camino es un abrupto y vertiginoso descenso, hay que llevar mucha precaución pues está compuesto por piedras sueltas y la verticalidad es considerable. Frente a nosotros y alineadas con el camino las 4 sierras de antes en un perfecto marco. No vemos el collado pero lo intuimos tras unas lomas que deberemos superar.
Por momentos el camino zigzaguea como los dientes de un serrucho y se aleja del precicipio adentránsose en pinadas reforestadas acertadamente para volver a los cortados.
El camino es evidente y nos llevará directos al Collado del Contador pero tras un par de curvas descubrí un pequeño sendero que empieza en un pequeño claro y que está marcado con unos hitos de piedra ... ¿a donde llevaría? Improvisando totalmente y viendo que el amplio camino de tierra empezaba a ser algo "monótono" me adentré por él sabedor, por la experiencias vividas, que debía ser un atajo y sobretodo más sugerente.
Efectivamente así es, el nuevo camino escogido es un pequeño sendero que continua paralelo al amplio de tierra empedrado pero más en línea recta, más directo pues discurre también pegado al precipicio haciendo del recorrido un tramo bastante más atractivo, aéreo y vistoso. Toda una elección improvisada acertada.
La mejora es notable visualmente hablando pues estamos tan cerca del borde del cortado que las sensaciones de vértigo se acrecetan, pero no conlleva ningún peligro. Si echamos la vista atrás por aquí veremos la abrupta verticalidad de la ladera que descendimos tras estar en el vértice y que está completamente invadida por pinos.
A nuestros pies, junto a los Llanos del Cid, veremos antiguos puentes que realmente pertenecen a la Vía Verde del Maigmó.
Tras unos 800 metros de sendero aéreo volveremos a enlazar con el amplio camino de piedras, hemos mejorado las vistas y realmente hasta se ha atajado, valió la pena.
Pocos metros después otro posible atajo pero deducimos que ya estamos cerca del collado y ya no nos separamos del camino principal.
Así llegamos al Collado del Contador, el segundo punto común con la ruta realizada a la Silla del Cid.
Buen lugar para realizar un pequeño descanso y avituallamiento pues entre los pinos de la zona hay pequeñas piedras a modo de merendero.
Existe la posibilidad de regresar al punto de partida por el collado pues es un descenso espectacular y vertiginoso pero como ya se hizo en el pasado, en esta ocasión escogemos un pequeño sendero situado junto al merendero de piedras y que en su inicio está bordeado de multitud de pinos, renegando de una señal PR-V en forma de aspa.
Avanzamos por un coqueto y evidente sendero, el primer tramo es practicamente llano pero poco a poco empezaremos a descender.
A nuestra izquierda un inmenso mar verde perteneciente a las copas de los pinos de los pliegues de las laderas del Cid, tan extensas y aglutinadas que no dejan entrever ni el suelo ni los troncos.
En la parte intermedia del sendero encontraremos la parte más interesante pues el sendero gira hacia las paredes de la Silla y empezará a zigzaguear fuertemente para salir del atolladero. Antes de empezar a zigzaguear ya podemos ver en la distancia (al estar en alto) por donde pasaremos, estamos en el corazón de la sierra.
Un tramo sugestivo en el que usando la imaginación podremos encontrarnos formas caprichosas con ciertas similitudes a cabezas de animales en las paredes ... ¿alguien dijo delfín y tortuga?
Después de los zigzags continuaremos practicamente en línea recta en un descenso por momentos pronunciado, seguimos guarecidos por buena pinada y empezamos a ver una loma circular con un camino bordeándolo que nos suena mucho.
Y así llegamos, de nuevo, a la carretera degradada que usamos al principio de la ruta y efectivamente justo en el punto donde hay una roca pintada de rojo.
Acabamos de hacer una inmensa circular para visitar las antenas, el vértice y el Collado del Contador, ahora tan solo queda desandar un buen tramo de lo que se hizo al principio de la jornada para regresar a nuestro coche. Con una gran diferencia, la luz que nos rodea es de atardecer y no matinal.
Con la tranquilidad de conocer ya nuestro regreso tan solo queda disfrutar del camino de regreso pues seguimos rodeados de grandes pinadas.
De nuevo pasaremos por el Pouet del Pi de l'Aire y tras unos escasos pero dilatados, largos y llanos kilómetros llegaremos a nuestro coche, al final de la ruta.
Ha sido una larga ruta (casi 19 kms) pero muy fácil en orientación, en donde se ha descubierto la bien poblada zona sur de la Sierra del Cid y sus verticales y escarpados precipicios que dan al mar en la distancia. Un auténtico balcón para poder admirar al completo la comarca de l'Alacantí.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Pouet del Pi de l'Aire	00:30	00:35
2	Desvío inicio ascenso	02:10
3	Antenas	02:45	03:00
4	Cima	03:25	03:50
5	Desvío sendero atajo	04:15
6	Coll del Comptador	04:45	05:05
7	Final sendero descenso	05:40
0	Fin ruta	06:30

FECHA	Diciembre - 2013
NIVEL DE RUTA	Alto
TIPO DE RUTA	Circular, excepto tramo inicio
ALTITUD CIMA	1104 m (N)
TIPO CIMA	Rellano
KMS RECORRIDOS	18,5
PR-V/s USADO/s	325 Parcialmente
PR-V/s USADO/s	342 Parcialmente