• Al norte de la provincia de Alicante, lindando con la de Valencia, se encuentra un hermoso valle prácticamente cercado por sierras de gran belleza y altura. En su interior se encuentran bonitos pueblos de poca extensión diseminados linealmente, teniendo el cerezo como referencia de cultivo y emblema del lugar.
• Una de esas sierras, la Foradà, tiene un antiguo castillo árabe castigado por el tiempo pero de gran belleza por estar situado en una atalaya natural. En su otro costado un arco natural, un auténtico "agujero" de gran dimensión, que da el nombre a la sierra.
• Ese valle es la Vall de la Gallinera y la ruta del día recorre todo y cada uno de esos detalles del valle.
• La ruta se puede dividir en 2 partes : La primera recorre toda la sierra de la Foradà por su parte alta, teniendo desde arriba una panorámica excelente de todo el valle y de sus pequeñas poblaciones. La segunda parte regresa al punto de partida realizando un recorrido en llano por el interior del valle atravesando 5 de esos pueblos.
• El inicio de ruta se encuentra al lado de la carretera CV-700, pegada a la carretera hay una casa de piedra y a su otro lado hay lugar suficiente para dejar el coche y empezar la jornada.
• Nada más dejar el coche tendremos la sierra de la Foradà a nuestros pies, una sierra abrupta desde abajo y con bastante verticalidad.
• Junto al lugar de aparcamiento parte una pequeña carretera que da servicio a campos de cultivos (cerezos) y pequeñas casas de campo, durante estos primeros pasos contemplamos como los cerezos están en su punto álgido de maduración pues están repletos de su rojizo fruto esperando que lo recojan, estamos en el mes de Mayo.
• Al empezar giramos a la izquierda, se continua por esta carretera pocos metros ascendiendo por una pequeña cuesta y al final de la cuesta (en plena curva) hay un desvío de tierra a la derecha. Dejamos ya el asfalto.
• Estamos en pleno bancales de cerezos, avanzamos cuesta arriba unos metros en línea recta y al final de la recta ascendente, entre matorrales y a la derecha, aparece un pequeño sendero señalizado con un diminuto hito, es el que debemos coger para empezar a ascender definitivamente hacia el Castell de Benissili.
• Pronto este sendero empezará a circunvalar por su base el peñón donde está situado el Castell de Benissili, hay que hacerlo girando hacía la izquierda, pues aparece otro hacia la derecha con destino indeterminado.
• Durante este tramo se está mirando hacia el este y por tanto el Sol está emergiendo, si miramos hacia el final de la sierra de la Foradà en ese momento, el Sol estará en contraluz con el arco de la Foradà y eso permitirá ver el arco perfectamente aún en la distancia, un bonito momento.
• Llegamos a un pequeño barranco que se asciende en constante zigzag, no tiene ninguna complicación y se realizará entre sombras al tener una enorme ladera a la izquierda. Ya podemos ver el Castell de Benissili y al terminar de ascenderlo estaremos junto a él.
• A mitad ascenso ya hay un pequeño camino que lleva a él, será un camino de ida/vta rápida porque El Castell de Benissili en esos momentos estaba en restauración y andamios, vallas y verjas impiden ir más allá.
• Y al llegar a él al final del barranco ... misma situación, más andamios y vallas por lo que la visita al Castell de Benissili solo podrá realizarse externa y visualmente pero no por ello deja de sorprendernos. Su situación es extrema, aprovecha el saliente de un peñón para alzarse desafiante a la gravedad, sin dudarlo un lugar estratégico en el pasado pues desde él se puede observar todo el interior del Vall de Gallinera a la perfección.
• Podemos deambular todo lo que nos permitan las vallas y andamios por su alrededor y observar lo que podamos porque es bastante interesante. Sobretodo por el lugar de la construcción.
• Junto al castell hay una caseta anacrónica de tonos verdosos sus paredes, construida recientemente en comparación al propio castell.
• Se tiene buenas vistas desde aquí, podemos ver justo al frente todo la Vall de Gallinera, la sierra de La Safor y a la derecha las vertientes de la Sierra Foradà totalmente abruptas.
• Desde la zona del castell (debido a que estamos en alto y con magníficas vistas) podemos examinar con detalle el siguiente tramo de ascenso y de continuación de ruta y que está justo por detrás del propio castell. Es un tramo también de ascenso entre pequeñas planicies escalonadas que en el pasado debieron ser bancales de cultivo.
• Tras la visita del Castell de Benissili, continuamos la ruta ascendiendo por la ladera que vimos desde el castell.
• Justo en su inicio encontraremos una pequeña y coqueta fuente con estanque, está bastante mimetizada con el entorno y tan solo el gorgoteo del agua nos hará advertir de su presencia. Justo desde la fuente si echamos la vista atrás veremos el Castell de Benissili desde otro ángulo y quizás mucho más atractivo que de cerca, pues podremos apreciar mejor como se aprovechó al máximo la verticalidad del peñón para edificarlo.
• Seguimos avanzando ascendiendo por las planicies escalonadas a través de una senda muy bien definida, el lugar es singular pues aparentamos estar engullidos por las laderas laterales.
• Así llegamos al cordal de la Sierra de la Foradà, el principal ascenso del día de la de ruta ya se ha realizado porque a partir de aquí se continuará por toda la cresta de la sierra hasta prácticamente el arco de la Foradà, aunque quizás si con algún que otro ascenso interesante de por medio.
• Las vistas desde aquí son magníficas pues empezamos a ver sierras hacia el sur, Alfaro y más al fondo la cresta de la Serrella.
• Una vez en el cordal giramos a la izquierda y avanzamos por una diminuta senda pero bien marcada, iniciamos la travesía de la Sierra de la Foradà.
• [Una enorme formación con piedras blanquecinas tendremos a la derecha conforme llegamos al cordal, el Tossal del Xarpolar, a discreción de quien llegue aquí podrá realizar su visita, en mi caso tan solo me adentré por el camino que conducía allí hasta unos precipicios muy verticales que dejaban ver unos enorme peñones, quien quiera más puede seguir avanzando hasta su parte superior.]
• La travesía de la sierra es bastante cómoda, no tiene sobresaltos y es bastante intuitiva por estar bien acondicionada, que no señalizada, porque por esta parte superior no existen señales oficiales, tan solo algún hito en algún cruce interesante y un sendero bastante evidente.
• Los primeros pasos por el cordal pasan por el lateral izquierdo de la primera loma que vemos al frente, es el alto de Les Morteres, en su parte superior hay una cruz metálica pero no subiremos a ella. Avanzamos por su ladera izquierda por una senda bien definida que nos llevará a un tramo en donde sospecharemos por donde avanzará la senda.
• Veremos un pequeño paso-collado en forma de U, puede que al principio no pensemos que es por ahí porque aparenta abrupto de lejos ... pero es por ahí y una vez hecho no tiene realmente ninguna complicación. De lejos parece un bocado a la cresta.
• Continuaremos por un tramo de senda que hará una pequeña S en plena cresta, por desgracia este tramo es muy yermo y árido tan solo matorral bajo y diseminado nos acompañará.
• Tras realizar la S, la senda encarará un tramo en descenso en línea recta, podremos ver el recorrido de la senda a distancia al ser bastante evidente y estar en altura. Hay que avanzar descendiendo.
• Justo en este tramo coincidí con un tumultuoso, pero ordenado en fila india, rebaño de ovejas con pastor que realizaban lo contrario a mi, ascender.
• Ya de nuevo en llano echando la vista atrás veremos el buen desnivel de la ladera por la que se acaba de descender. Tiene forma de doble pirámide.
• Continuamos andando y pronto aparecerá ante nosotros como sobresale una pequeña-gran elevación ante nosotros y llegado al punto de verlo al completo delante nuestra ¿por donde se sube? este es quizás el único punto ambiguo de toda la travesía por la sierra, porque hay que añadir que este tramo es excesivamente árido y la senda es casi inexistente al estar todo empedrado.
• De la elevación nos separa una pequeña hondonada, podemos ver perfectamente la elevación delante nuestra y es un buen lugar para considerar por donde ascenderla. La mejor opción aparenta ser en diagonal de izquierda a derecha desde su base.
• Descendemos la loma donde estamos ásperamente (todo muy empedrado) llegamos a la hondonada y empezamos a ascender en diagonal la elevación con la grata sorpresa de que pequeños hitos nos están guiando por el camino que hemos tomado, era la opción correcta.
• Ascender esta elevación no conlleva complicaciones, tiene su verticalidad y aunque su senda es muy empedrada, se realiza sin problemas.
• Finalmente en la parte alta de la elevación que terminamos de ascender se encuentra una enorme meseta con un pequeño pero bien visible hito situado sobre una gran roca blanca. El lugar invita a realizar un pequeño descanso y tomar aliento pues tras el hito tenemos en total panorámica toda la cresta de la Serrella y la sierra de Alfaro.
• Desde aquí, mirando hacia la Vall de Gallinera tendremos 2 espectaculares imágenes, hacia nuestra izquierda la inmensa ladera bi-piramidal que acabamos de descender con el Tossal de Xarpolar de fondo y a nuestra derecha la inmensa cresta de la sierra con la parte que contiene ya el vértice de la Foradà, el Penyal Gros. Prácticamente estamos en el centro de la Sierra de la Foradà.
• Dejamos la meseta y proseguimos, el siguiente objetivo se tiene a la vista, el vértice del Penyal Gros, la cima. (que se encuentra situado a una altitud inferior de otros puntos de la sierra).
• El camino hasta cima es bastante llamativo pues se irá por una senda que apenas está a 1 metro de la cresta de la sierra, con unos cortados, declives y verticales espectaculares, tramo no apto para gente propensa al vértigo. A cada paso el peñón donde está situado el vértice se nos antoja admirable visualmente, no recuerdo una llegada a una cima con tan considerables vistas. Un peñón cincelado por la naturaleza con majestuosidad.
• Llegamos a cima, al vértice del Penyal Gros que está ubicado en una pequeña zona a la que habrá que ir con un corto camino de ida/vta de 20 metros.
• Por suerte en la zona del vértice se puede deambular perfectamente para poder apreciar y disfrutar de las vistas que nos ofrece el lugar, decir que son sublimes y excepcionales es quedarse corto ...
• Desde aquí toda la Vall de Gallinera está a nuestros pies, se pueden ver los diversos pueblos que se encuentran en su interior y la poca distancia que existen entre ellos, lugar idóneo para recorrer mentalmente nuestro regreso posterior.
• Hacia el norte la imponente sierra de La Safor, medio tapada por las lomas nortes de Gallinera, pero asoma como una gran pirámide lejana. A su izquierda la Sierra de Benicadell se identifica sin problemas.
• Hacia el sur una inmensa llanura de campos de cultivo y pequeñas lomas, a la izquierda por desgracia una zona de gran arboleda convertida en pequeño cementerio vegetal pues son troncos negros quemados de algún incendio pasado. Tras la llanura las crestas de la Serrella al completo y la Sierra de Alfaro, y entre ellas 2 se puede identificar Aitana gracias a sus antenas superiores. Mas a la izquierda la Sierra de Aixortà.
• Tanto al este y oeste tenemos toda la Sierra de la Foradà al completo, hacia el oeste la parte que ya hemos recorrido con la última parte de la cresta que andamos para llegar a la cima, el alto de Les Morteres con su cruz (ya lejana) y más al fondo el Tossal de Xarporlar.
• Y al este tenemos las mas escarpadas verticales de toda la sierra, un tramo muy abrupto con unos despeñaderos descomunales zigzagueando hasta el arco de la Foradà. Más allá la sierra continua hasta la zona del Castell de Gallinera y la cima de Miserat. Si agudizamos la vista podemos llegar a ver el Montgó un poco a la derecha.
• Ya empezamos a otear desde aquí el arco de la Foradà más próximo y podemos apreciar su hueco.
• Continuamos el camino desandando esos 20 metros de ida/vta, y ahora hay un tramo en continuo descenso para llegar a la base del peñón donde está situado el vértice y continuar cresteando hasta la Foradà.
• Echando la vista atrás veremos el espectacular peñón donde estuvimos admirando el valle junto al vértice, un peñón inmenso y descomunal y sorprende (ahora desde abajo) conocer sus dimensiones y valorar la ubicación tan extrema del vértice del Penyal Gros.
• El siguiente objetivo ya es llegar a la Foradà, la senda no es muy clara, vuelve a ser empedrada y es fácil de perder pero ya da igual, el objetivo se ve a simple vista a distancia y es obvio el destino, aunque por sorpresa saldrán al paso hitos que ayudaran en el avance.
• La senda de continuación pasará por momentos cerca de la cresta y en otros no tanto. En este tramo hacia el arco es cuando más cerca pasaremos de la zona de arboleda pasto de algún incendio del pasado (Verano - 2009), una imagen tétrica y funesta ver tanto tronco negro yermo. : (
• Y así llegamos a la Foradà, a aquel arco que vimos tan lejano a contraluz horas antes al inicio de ruta. Si se llega cresteando curiosamente se llegará prácticamente a su techo por lo que en algún momento hay que descender algo por la derecha y bordearlo.
• La Foradà es una arco que destaca por su tamaño (se puede traspasar perfectamente de pie) pero sobretodo por su ubicación, está en el punto más alto de una peña. Al traspasarlo hay una zona en donde deambular y poder observar tranquilamente todo el valle interior. Sin duda el emblema del Vall de Gallinera.
• El lugar ofrece vistas hacia el oeste de todo el declive y vertiente vertical y abrupto de la cresta de la sierra por donde hemos avanzado (en el interior de la Foradà) y hacia el este la continuación de la sierra un poco más suave, sin tantos peñones verticales (desde la parte externa de la Foradà) es la parte del Miserat (se distingue por sus antenas). Y al fondo ya el mar. El lugar aparenta un auténtico balcón enmarcado por la Foradà.
• Y desde esta parte "exterior" se visualiza el descenso hacia el fondo del valle y los pueblos, nuestro regreso.
• Dejamos atrás la Foradà con el absoluto convencimiento de haber visitado un mágico lugar, un capricho geológico natural de los más bellos de la provincia de Alicante.
• Nos despedimos de la Foradà y empezamos a descender continuamente, en el descenso encontraremos señales de PR-V y algún poste que señaliza el camino a seguir para visitar la Foradà desde el interior del valle, desde Benitaia, aunque realmente no son muy necesarias porque el camino es bastante obvio.
• El primer tramo es en zigzag, se hará una enorme Z en descenso y curiosamente cuanto más nos alejamos de la Foradà y empezamos a descender ... más espectacular aparece a la vista.
• El ángulo de visión de la peña donde está situado la Foradà es impresionante pues aparece toda la verticalidad de la peña coronada por la Foradà ante nosotros. Sublime la imagen.
• Realizamos el último giro de la Z y ya nos centramos en llegar a Benitaia, el primer pueblo que hay tras el descenso.
• Tras ese giro aparecerá a nuestra derecha una enorme cueva, no por su profundidad, sino por su longitud (unos 20 m a ojímetro) y unos 4/5 metros de profundidad con su parte más profunda más baja en altura. Para visitarla hay que salirse del camino unos pocos metros. Tiene también un pequeño nacimiento de agua pues está embalsada en un estanque. Lugar idóneo para retomar fuerzas.
• A partir de aquí se desciende por un camino amplio de tierra que se convierte en su parte final en caminos asfaltados que dan servicio a las múltiples casas de campo de la zona que tienen en su interior cerezos. En Mayo estos cerezos están con su fruto y con un solo gesto de la mano podremos degustar su dulce sabor pues ramas sobresaliendo invaden prácticamente el camino. [El mismo camino hecho en primavera, cuando están en flor ... debe ser un placer a la vista]
• El camino es intuitivo y no tiene pérdida, echando la vista atrás veremos la Foradà lejana allá en su altura pero satisfechos de haber estado allí.
• Así llegamos al primer pueblo, Benitaia, que está muy juntito al de Benissivà. Después de haber estado horas y horas "perdidos" entre laderas y crestas estamos de nuevo en la "civilización".
• Iniciamos así la segunda parte de la ruta, recorrer el interior del valle pasando por 5 de sus pueblos, pero esta vez todo en llano. Un recorrido que se hará con cambios constantes de estilos de camino.
• Nos adentramos en el pueblo y en una pequeña replacita empezamos a ver las señales de "La ruta del 8 pobles". Estas señales (verdes/blancas) pertenecen a una magnífica ruta que realiza una visita a 8 pueblos de la Vall de Gallinera y que por medio pasa por asfalto, caminos, pistas, sendas y muchas fuentes ... asi que nos "reenganchamos" a esta ruta que nos llevará hasta Benissili y por tanto cerca de nuestro coche. Imposible perderse porque toda la ruta y cruces/desvíos están exquisitamente bien señalizados con postes y/o señales.
• Subimos una pequeña escalinata junto a la replacita guiados por las señales y tras un descenso por calles llegamos a la salida del pueblo y justo enfrente estará el lavadero de Benissivà, en plena curva, ahí hay una pequeña fuente en donde recargar agua y refrescarse.
• Salimos del lavadero, hacemos la curva cerrada por el asfalto con extrema precaución y a escasos 70/80 metros hay un desvío que nos aparta del asfalto y entra en un camino de cemento pero que en breve se desvía en una senda selvática pues está bordeada de naturaleza. Así avanzaremos en paralelo a la carretera, la tendremos por encima de nuestra cabeza.
• Aquí empezamos a coincidir con señales amarillas/verdes del PR-V 167, un sendero muy parecido al de los "8 pobles" y con el que coincidiremos constantemente.
• La senda aboca de nuevo en la carretera y estaremos por ella unos pocos metros pero que coincidirán con curva ... precaución, pero tras unos 200 m contando la curva aparecerá un desvío a la derecha indicando la piscina municipal de la Vall de Gallinera.
• El siguiente pueblo es La Carroja y a él se llega por ese desvío por un camino de asfalto que va en paralelo a la carretera principal.  Pasará por campos de cultivos, obviamente por la piscina y justo en su parte final vuelve a desviarse a la derecha para acabar entrando al pueblo por una calle empedrada y con bancales a los lados en el inicio y estrecha en su parte final por las casas.
• En pleno pueblo giramos a la izquierda y llegaremos a la Font de Baix, un generoso y agradecido chorro de agua mitigará cualquier atisbo de deshidratación y nos podrá refrescar de nuevo. Tiene un pequeño estanque verde a su lado.
• Y conforme entramos al pueblo, en pocos metros ya hemos salido. Tras la fuente pasaremos por una pequeña curva con buena vegetación por pasar por ahí un riachuelo que invade el camino. Este tramo está frondoso y verde pero pronto un poste nos advierte de desviarnos a la izquierda y subir por un pequeño sendero que abocará de nuevo ... a la carretera, pero esta vez solo para cruzarla.
• El siguiente tramo es quizás el más peculiar e interesante por su variedad. Tras cruzar la carretera ascenderemos por una pista asfaltada para evitar erosiones y será un buen tramo, casi no existen señales en este tramo y nos hará dudar pero es por ahí.
• Tras unos 600 m la pista prácticamente desaparece de golpe y tras caminar por tierra debemos estar atento a un pequeño desvío que hay a la derecha en una zona de matorrales y arboleda justo al fondo del camino de tierra, débiles señales pero existentes.
• Este desvío nos adentrará en un tramo sugestivo y estimulante pues avanzaremos por una diminuta senda casi perceptible por estar invadida literalmente por vegetación, un cambio radical pero interesante que se agradece.
• En su parte final se convierte en típico sendero y tras un pequeño repecho en ascenso contactará con un pequeña carretera de asfalto que da servicio a casas de campo. Se terminó el tramo más "selvático" del regreso.
• Ya en la pequeña carretera, en descenso, tan solo hay que dejarse guiar por ella y disfrutar del entorno que en esta ocasión son campos de cultivo de cerezos. Buen tramo para saciarnos del exquisito fruto rojizo.
• Y también de mirar hacia arriba y ver a nuestra izquierda las atalayas enormes y desafiantes de la Sierra de la Foradà, los peñones y peñascos abruptos de los que consta su parte alta ... aquella por donde se anduvo hace unas horas, una imagen de arisca piedra  y roca pero realmente atractiva. Y mirando a nuestra espalda asoma ya lejana la Foradà de nuevo, oteando todavía su característico arco.
• Caminando por la pequeña carretera y antes de llegar a su final en la parte izquierda de una curva podremos encontrar una pequeña fuente con bastante encanto pues es pequeñita y está en una zona con bastante vegetación, y aún estando junto a la carretera puede pasar inadvertida, el gorgoteo del agua nos puede ayudar a encontrarla.
• La carretera termina contactando con la carretera principal de marras y esta vez también solamente para cruzarla y en plena curva cerradísima (tipo U) y llegar bajando por una escalinata a la Font Vella d'Alpatró. Y junto a ella una pequeña, cómoda y coqueta senda parte dirección a Alpatró en paralelo a la carretera principal, una senda bien definida y bien señalizada.
• Alpatró es quizás el pueblo por el que más se callejea de todos, es quizás también el más "grande" de los 5 que se atraviesan. Tras adentrarnos en el pueblo lo atravesaremos por su interior pasando por la fuente del pueblo, de la que podremos beber, y pasar cerca de la torre de la iglesia.
• El pueblo se atraviesa con un recorrido en forma de U invertida y en su salida pasaremos por su lavadero y tendremos toda la Sierra de la Foradà de frente, buen lugar para observar detenidamente sus enormes peñones y recordar que por allí arriba se estuvo.
• En la salida de Alpatró se contacta con una carretera (la CV-714) que no es la que cruzamos constantemente en el recorrido por los pueblos anteriores, es una carretera estrecha que une Alpatró con Llombai y Benissili por tanto es más "tranquila" pero está el inconveniente de que no deja de ser una carretera asfaltada que quita algo de encanto al tramo final, aunque no es para nada transitada por vehículos, muy tranquila.
• Este tramo es prácticamente en paralelo a toda la sierra y quizás sea el tramo de todo el regreso en el que mejor perspectiva tendremos de la Sierra de la Foradà.
• La carretera pasa por Llombai, un pequeño y diminuto pueblo actualmente deshabitado pero que tuvo un único habitante en el pasado y que tuvo relación con la caseta de tonos verdes que había junto al Castell de Benissili [La historia de ese habitante puede verse aquí * , cuanto menos curiosa].
• Actualmente los únicos habitantes que tiene Llombai asoman parcialmente su cabeza por la casa más cercana a la carretera, unos pequeños gatitos curiosos.
• Continuamos por la carretera y haremos un único paréntesis de asfalto por un pequeño atajo entre bancales, paralelo a la carretera, al llegar a las únicas curvas que hay antes de llegar al último pueblo, Benissili.
• El recorrido pasará literalmente por el centro del pueblo volviendo de nuevo a la misma carretera al salir de él. Este último tramo estará repleto de bancales de cerezos en los laterales.
• En este último trecho y en la pared inferior de un muro piedras, cerca de unos bancales, escucharemos el gorgoteo de la última fuente del día. Para su visita tendremos que bajar el muro y llegar a los bancales por un pequeño camino invadido de hierba.
• Continuamos y tras un pequeño serpenteo de la carretera se llegará al cruce con la carretera principal del día (la CV-710) y prácticamente a escasos 20 metros de la casa de piedra del inicio de ruta y por tanto de nuestro coche.
• Han sido justo 8 horas pero la satisfacción de haberla realizada colma cualquier atisbo de flaqueza física. Ha sido una ruta larga e intensa que quedará impresa en la memoria, una ruta admirable por la disparidad de entornos encontrados, diversidad de caminos recorridos, panorámicas obtenidas y puntos de interés visitados. Indispensable para quien quiere conocer algo mejor la Vall de Gallinera. Sencillamente única.

• Este enlace * (www.lavalldegallinera.net) es un perfecto lugar para conocer la historia y acontecimientos importantes y ampliar información del magnífico Vall de Gallinera.

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